Estela de Carloto juntó a Kicillof y Cristina en un acto de Abuelas

La exmandataria nacional Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se reencontraron anoche en La Plata para compartir un acto por el aniversario 47 de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo y le pusieron paños fríos a la interna en el Partido Justicialista (PJ).

Con la presidenta de la organización por los derechos humanos Estela de Carlotto como mediadora, Kicillof y Fernández de Kirchner se mostraron juntos para bajar la tensión en el frente opositor, que se encamina a una disputa partidaria el próximo 17 de noviembre.

El evento estuvo organizado por el Instituto Cultural de la Provincia en el Teatro Argentino platense, donde el mandatario provincial y la expresidenta compartieron por primera vez un evento desde que estallara la interna por la conducción del PJ.

En la lucha por el sillón de la sede de la calle Matheu, el kirchnerismo le reclama al gobernador bonaerense que apoye explícitamente a Cristina en su interna partidaria con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.

«En La Plata vamos a recordar a las 20 la fecha de Abuelas, va a venir Cristina y Kicillof me dijo que va a tratar de llegar», había manifestado Carlotto en declaraciones radiales durante la previa del encuentro, donde también estuvieron presentes también la activista por los derechos humanos Taty Almeida y el senador nacional Eduardo «Wado» de Pedro.

Este esperado reencuentro llegó luego de que Kicillof había pedido el sábado pasado por la «unidad» en el peronismo y llamó a dejar de «reproducir» las «metodologías y conductas» que llevaron al partido a la derrota en las elecciones presidenciales del año pasado.

«Encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías conductas que nos trajeron hasta acá», expresó Kicillof, en una carta que hizo pública para responder a los cuestionamientos de la facción del peronismo que respalda a Cristina.

En el mismo documento, el mandatario provincial se refirió a la figura de Cristina Kirchner, quien lo había acusado de ser «Poncio Pilatos» y un «Judas» por respaldar, de forma solapada, la candidatura de Quintela.

«Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento», subrayó Kicillof acerca de la reciente vicepresidenta.

Con relación a los desacuerdos dentro del PJ, el gobernador sostuvo que nadie debería esperar que «libre una guerra interna; la historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco».

En tanto, Kicillof sostuvo que no quiere «estimular peleas entre compañeros», pero tampoco puede «convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento».











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