Islandia busca obtener energía solar desde el espacio

El objetivo es enviar satélites al espacio que capturen la energía solar de manera continua, para luego transmitirla a la Tierra.

Islandia, conocida por sus recursos geotérmicos, da un salto en la energía renovable. En colaboración con empresas líderes, el país nórdico está desarrollando un proyecto pionero para captar energía solar directamente desde el espacio, abriendo las puertas a una nueva era en la generación de electricidad. El país comenzó este proyecto de la mano de la empresa islandesa Reykjavín Energy y la organización Transition Labs, junto con la empresa británica Space Solar.

El objetivo de estas compañías es enviar satélites al espacio que capturen la energía solar de manera continua, para luego transmitirla a la Tierra. Si bien el proyecto todavía se encuentra en etapas de desarrollo, lo cierto es que las posibilidades de poder aprovechar la energía solar sin interrupciones sería un hecho revolucionario en la producción de energía limpia.

Los expertos planean enviar al espacio un satélite de 70,5 toneladas y 400 metros de diámetro, el cual diseñaron para colocar en una órbita media terrestre. Desde allí, podrá captar la energía solar sin limitaciones. Esta energía se convertirá en un haz de ondas de alta frecuencia, que se transmitirá a las estaciones receptoras en la Tierra, para transformarla en electricidad y distribuirse por las redes de suministros.

Para el traslado de los satélites, las empresas que encabezan el proyecto utilizarán un cohete reutilizable, llamado Stars de SpaceX, que cuenta con una capacidad de carga y menor costo de lanzamiento ayudarían a que el proyecto sea posible. De acuerdo con las estimaciones, al menos, unos seis satélites deberían estar operando para 2035, dado que tienen el objetivo de generar capacidad energética de 15 gigavatios, que serán distribuidos entre varios países.

¿Cuáles son las ventajas de este innovador proyecto?

De acuerdo con los expertos, la recolección de la energía solar en el espacio trae mayores beneficios que los sistemas terrestres tradicionales. Al estar fuera de la atmósfera, estos satélites pueden captar la luz solar las 24 horas del día. Lo que significa que el suministro de energía será constante y predecible, convirtiéndose en una alternativa más confiable en relación con la energía solar terrestre.

De hecho, el poder capturar la energía solar desde el espacio permitirá recolectar 100 veces más energía que la que se obtiene en la Tierra. Su alta eficiencia ayudarlo a colocarse como una solución viable para aquellos países que no tengan tanto acceso a la luz solar, o con demandas energéticas elevadas.

Los desafíos del proyecto

El hecho de que se trate de un proyecto innovador no significa que no presente sus limitaciones y desafíos. Los costos de lanzamiento y construcción elevados son uno de los desafíos que presenta este proyecto, ya que cada planta piloto de 20 MW requiere una inversión inicial de 800 millones de dólares. Otro de ellos es el transporte, ya que cada satélite pesa miles de toneladas, aparte de que deben ser colocados en órbita media.

Además, se encuentra la posibilidad de acumular residuos espaciales, razón por la cual los satélites de Space Solar funcionarán en una órbita media menos congestionada, aunque su presencia puede incrementar las probabilidades de colisiones, lo que es una preocupación constante en el ámbito espacial.






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