Continúan las denuncias contra el IOMA. Intimaron al titular de la Regional Pergamino, Nicolás Cabrera

Trabajadoras del IOMA denuncian persecución política, acoso laboral y violencia de género por parte de las autoridades del organismo, en una escalada de hostigamiento que vinculan con su oposición al kirchnerismo.

Un grupo de trabajadoras del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) de la provincia de Buenos Aires denunció públicamente situaciones de acoso laboral, desplazamientos arbitrarios, violencia de género y persecución política por parte de las autoridades del organismo conducido por Homero Giles.

Durante las últimas horas, se sumó una nueva empleada afectada. Se trata de Carina Heffler, trabajadora con treinta años de trayectoria en la oficina de IOMA de Carmen de ArecoHeffler fue desplazada de su cargo pese a que le correspondía asumir como delegada tras la jubilación de su antecesora. “Desde la dirección regional de Pergamino, en ese entonces conducida por Leandro Mendoza y el actual concejal Nicolás Cabrera (Unión por la Patria), pusieron todo tipo de trabas para impedir mi nombramiento”, explicó.

Según la trabajadora, la razón de fondo fue su pertenencia al espacio opositor Juntos por el Cambio. “Es una persecución ideológica. Nos desplazaron porque no comulgamos con las ideas políticas de La Cámpora, que hoy maneja los hilos de IOMA. El instituto se transformó en una gran unidad básica”, denunció.

El cargo finalmente fue otorgado, por decreto del gobernador Axel Kicillof el 10 de febrero de 2023, a otra empleada, dejando a Heffler sin posibilidad de continuar su carrera administrativa. “Es violencia política. Nos están corriendo de nuestros puestos por pensar diferente”, agregó.

Heffler integra un grupo de al menos cuatro trabajadoras damnificadas que ya iniciaron acciones administrativas y evalúan avanzar en el fuero judicial. “Contamos con asesoramiento legal”, indicó.

Entre las pruebas que presentará, Heffler menciona una grabación de 31 minutos en la que, según afirma, un superior le da a entender que no puede ser delegada por su orientación política. Además, asegura tener testigos que acreditan lo sucedido. “El objetivo ahora es que más compañeras se animen a hablar. Muchas tienen miedo por las represalias. Yo no les tengo miedo, y por eso doy la cara”, concluyó.

Mientras tanto, desde el ministerio de Salud bonaerense que conduce Nicolás Kreplak no han dado respuestas claras, a pesar de las presentaciones formales y los recursos de amparo ya iniciados.

Fuente: REALPOLITIK

 

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