Patricio D´Ottavio el Pergaminense que hizo historia en aguas abiertas
El ultimo 24 de agosto se cumplieron 25 años del cruce del Canal de la Mancha, la hazaña que lo dejo en la historia del deporte pergaminense y mundial tras 12 horas de nado y situaciones adversas que venció para lograr el objetivo.
Este 24 de agosto se cumplió un cuarto de siglo de aquel día en el que Patricio D´Ottavio decidió salir y cruzar el Canal de la Mancha donde unió las costas de Dover en Inglaterra con Calais en Francia, pasando por 17 minutos las 12 horas de nado en situaciones durísimas “ese cruce es el Everest, el primer cruce fue realizado en 1875, el 5% de los que lo intentan lo logran, es en aguas frías, corrientes transversales y mareas que van desde los 4 a los 10 metros” mencionando los principales problemas a vencer no solo física sino también psicológicamente.
Patricio se acercó a la natación por un episodio personal “me empujaron, no sabía nadar y a partir de esa situación mis padres consideraron que tenia que aprender a nadar, así empecé a ir haciendo el camino en el nado, siempre en pileta y luego de grande pude hacer la especialidad” según el reconoció incursionó en aguas abiertas “porque no era muy bueno en pileta, por la velocidad, aguas abiertas es resistencia y tuve mejor rendimiento y características por condiciones naturales, tenia mejor rendimiento en esas pruebas que en velocidad”.
Este no fue el único desafío que emprendió en su vida deportiva, sino que también realizó el cruce del Rio de la Plata y el Estrecho de Gibraltar y además nado en las Islas Malvinas “poder hacerlo fue mágico y maravillo” durante su época de deportista estuvo entre los 10 mejores del mundo y fue uno de los cuatro en lograr los tres cruces antes mencionados.
Ahora su carrera pasa por otro lado “el alto rendimiento lo deje por cuestiones lógicas de edad, pero sigo nadando como estilo de vida” y el próximo sábado dará una charla en Rosario, una master class “tampoco me dedico a eso porque no se venderme” reconoce con la humildad que identifica a los grandes deportistas.
El pergamiense es referente en lo suyo y lo logró en base a esfuerzo, diciplina y sacrificio, así fue como consiguió entre otras cosas, completar uno de los desafíos más duros del mundo del deporte, cruzar el Canal de la Mancha.
A 25 años de una hazaña histórica: el cruce del «Canal de la Mancha» de Patricio D’Ottavio
Este 24 de agosto se cumplen 25 años de una de las mayores gestas del deporte pergaminense y nacional: el cruce a nado del Canal de la Mancha realizado por Patricio D’Ottavio año 2000. Aquel día, Patricio unió las costas de Dover, en Inglaterra, con Calais, en Francia, en un tiempo de 12 horas, 17 minutos y 30 segundos, inscribiendo su nombre en la historia de la natación de aguas abiertas.
La travesía, considerada una de las pruebas más duras del mundo por sus aguas heladas, corrientes cambiantes y condiciones climáticas imprevisibles, exigió de Patricio no solo una preparación física rigurosa, sino también una fortaleza mental excepcional. Cada brazada fue el resultado de meses de esfuerzo, sacrificio y una convicción inquebrantable.
Con ese cruce, Patricio no solo cumplió un sueño personal, sino que además alcanzó un lugar de privilegio en el deporte internacional. Se convirtió en uno de los únicos cuatro hombres en el mundo en haber logrado completar el triple desafío de aguas míticas: el Río de la Plata, el Estrecho de Gibraltar y el Canal de la Mancha. Una distinción reservada para muy pocos y que lo consagra como un referente indiscutido de la disciplina.
Como su entrenador, guardo el orgullo intacto de haber acompañado de cerca cada etapa de ese camino. Fui testigo de su entrega, de la fuerza con la que enfrentó cada entrenamiento y de la pasión que lo impulsó a superar sus propios límites. Aquella jornada del año 2000, en la que las aguas del Canal de la Mancha se abrieron para recibir a un nadador argentino, no fue solo el logro de Patricio: fue también un triunfo para todo Pergamino y para la natación argentina.
Hoy, a un cuarto de siglo de aquella hazaña, evocamos no solo el recuerdo de una proeza deportiva, sino también un mensaje de inspiración. La historia de Patricio D’Ottavio nos recuerda que ninguna frontera es imposible de cruzar cuando se trabaja con disciplina, perseverancia y pasión.
Rodolfo Sacco, entrenador.