Guerra abierta en el PJ bonaerense: Kicillof desafía a Máximo Kirchner y prepara lista propia

El gobernador impulsa a Verónica Magario para disputar la conducción partidaria. Con el mandato de Kirchner por vencer, el kicillofismo exige urnas y rechaza una unidad impuesta por La Cámpora.

La interna del peronismo de la provincia de Buenos Aires ha cruzado el punto de no retorno. En la previa de la reunión del Consejo del Partido Justicialista (PJ) convocada por Máximo Kirchner, el sector alineado con Axel Kicillof aceleró a fondo: exigen la renovación total de autoridades y ya ordenan una alternativa electoral propia para disputar el control de la estructura partidaria.

El escenario es crítico: el mandato de la actual conducción vence este 18 de diciembre. Lejos de los gestos subterráneos de meses anteriores, el conflicto ahora es una disputa a cielo abierto por el poder territorial.

El factor Magario y la «vía independiente» de Kicillof

Desde el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el brazo político del gobernador, la orden es clara: no habrá sumisión. La señal más potente es la construcción de una candidatura propia, con la vicegobernadora Verónica Magario como figura central, aunque no se descarta el nombre de un intendente de peso para encabezar la nómina.

Kicillof ya avaló este esquema tras una serie de reuniones reservadas con jefes comunales. El objetivo es blindar la gestión provincial y evitar que el PJ sea utilizado como una plataforma de resistencia exclusiva de La Cámpora.

Calendario electoral y desconfianza mutua

Este viernes, en Malvinas Argentinas, el Consejo del PJ deberá definir la hoja de ruta. Ante el vencimiento de los plazos, se espera una prórroga de la conducción actual hasta finales de febrero, con el objetivo de fijar elecciones para marzo de 2025.

Sin embargo, el kicillofismo desconfía de los tiempos y las formas. Cerca del gobernador advierten dos «líneas rojas» que romperían cualquier posibilidad de acuerdo:

1. La reelección de Máximo Kirchner: Consideran que su ciclo está agotado.

2. La opción «Otermín»: Rechazan una unidad encabezada por el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, por su estrecho vínculo con el hijo de la ex presidenta.

Máximo Kirchner, por su parte, endureció el discurso. En declaraciones recientes, lanzó un dardo directo al gobernador: «Es muy difícil tener un proyecto de provincia diferente al del país, siendo la provincia de Buenos Aires», sentenció, cuestionando la autonomía política que intenta ensayar el mandatario bonaerense.

Presión territorial: El reclamo de los intendentes

Mientras la cúpula discute, el MDF trabaja en la logística: los padrones. Dirigentes de la Quinta Sección electoral ya presentaron una nota formal exigiendo la apertura de afiliaciones y la transparencia en el proceso.

En la misma línea, el PJ de Florencio Varela —comandado por Andrés Watson y Julio Pereyra— emitió un comunicado reclamando la «plena vigencia de los mecanismos democráticos». Es un mensaje cifrado a la conducción actual: el territorio pide urnas, no dedos.

Dato clave: El movimiento de Verónica Magario, quien esta semana renunció a su banca de diputada (donde estaba de licencia) para enfocarse plenamente en el Senado y el armado partidario, es visto como el primer paso de su postulación a la presidencia del partido.

Un choque inevitable

Aunque Máximo Kirchner evitó confirmar si buscará repetir en el cargo, dejó abierta la puerta al señalar que en «febrero o marzo» se votará. En la vereda de enfrente, La Cámpora acusa a Kicillof de «traición» por cambiar su postura sobre la continuidad de la actual jefatura.

Con reuniones cruzadas y una tensión que escala hora a hora, el peronismo bonaerense se encamina a una interna áspera. La disputa por el sello partidario ya no se resolverá en despachos cerrados; esta vez, todo indica que el destino del PJ se definirá en las urnas.