Alerta por la caída en los índices de vacunación: Pergamino registra un descenso crítico
En los últimos años, la cobertura de vacunación ha mostrado un retroceso preocupante. Actualmente, los índices rondan el 65%, una cifra lejana al 95% que la ciudad de Pergamino supo mantener históricamente. Si bien los factores son múltiples, el denominador común es la creciente desconfianza.
Argentina cuenta con uno de los calendarios de vacunación más completos, gratuitos y obligatorios del mundo. Sin embargo, tras la pandemia de COVID-19, la tendencia a la baja se agudizó. Al desafío inicial de regularizar los esquemas postergados durante la cuarentena, se sumó el auge de movimientos que, por convicción o desconfianza en las nuevas plataformas biológicas, deciden no vacunar.
El factor local Erica Peries, actual secretaria de Salud y con vasta trayectoria en el vacunatorio municipal, advierte sobre la gravedad de la situación: “Trabajamos todo el año en favor de las vacunas; conocemos su importancia para la salud pública. Muchos padres no han visto las enfermedades que hoy prevenimos y eso genera una falsa sensación de seguridad”.
Mitos y realidades Uno de los mayores obstáculos es la desinformación que vincula las vacunas con el autismo, una relación sin base científica. “No existe información concisa que asocie ambos; hay vacunas con más de 40 años de estudio y aplicación”, aclara Peries. Este fenómeno ha provocado el resurgimiento de enfermedades que estaban erradicadas o controladas, como la difteria, el coqueluche (tos convulsa) y el sarampión.
Riesgos letales La funcionaria enfatizó que, mientras algunas afecciones son leves, otras pueden ser fatales. “El coqueluche, por ejemplo, es altamente peligroso en menores de un año. Ya se han registrado más de siete muertes en el país por esta causa, algo que es totalmente evitable mediante la vacunación de la embarazada y el bebé”.
A pesar de que el esquema completo es un requisito para el ingreso escolar en Argentina, la resistencia persiste. Los especialistas advierten: si no se revierte la curva de inmunización, el sistema de salud podría enfrentar escenarios aún más críticos.