Israel (en su «limpieza étnica») continúa asesinando trabajadores humanitarios

El Ejército de Israel bombardeó un convoy de World Central Kitchen (WCK), una ONG humanitaria, que llevaba ayuda a Gaza y mató a siete de sus voluntarios y lo calificó de «trágico incidente».

El Ejército de Israel bombardeó un convoy de World Central Kitchen (WCK), una ONG humanitaria, que llevaba ayuda a Gaza y mató a siete de sus voluntarios y lo calificó de «trágico incidente».

Las víctimas se desempeñaban en la organización eran parte de un equipo humanitario formado por tres palestinos, un británico, un polaco, un australiano y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-canadiense.

Fueron asesinados en un «ataque dirigido» por el Ejército israelí, denunció el texto, instando a que Israel pare «esta matanza indiscriminada» en Gaza.

Gran Bretaña, Australia y Polonia, países que en general se comportaron amigablemente con Israel, exigieron medidas para proteger a los trabajadores humanitarios, subrayando el creciente aislamiento diplomático de Netanyahu por la situación en Gaza.

Un video obtenido por la agencia de noticias Reuters mostró un gran agujero en el techo de un vehículo WCK con tracción en las cuatro ruedas y su interior quemado y destrozado, así como a paramédicos trasladando cadáveres a un hospital y mostrando los pasaportes de los muertos.

«World Central Kitchen está devastada al confirmar que siete miembros de nuestro equipo murieron en un ataque de las FDI en Gaza. Lea nuestro comunicado completo sobre la pérdida de los miembros de nuestro equipo», publicó la citada ONG en sus redes junto al enlace a un comunicado oficial al respecto.

La respuesta de Israel luego del ataque

Israel asumió este martes la responsabilidad por el asesinato de siete trabajadores de la organización benéfica internacional World Central Kitchen (WCK) durante un bombardeo aéreo nocturno en la franja de Gaza y expresó un «sincero pesar».

«Envío mis condolencias a los países y familiares de los trabajadores de la organización WCK que fueron asesinados en Gaza», escribió el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, en X.

Katz prometió: «El incidente será investigado por autoridades cualificadas con el fin de asegurar que se extraen las conclusiones necesarias para garantizar la seguridad e integridad de los trabajadores humanitarios de aquí en adelante».

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, declaró en un videocomunicado que había hablado con el fundador de WCK, el chef José Andrés, para trasladarle las «profundas condolencias» y «sincero pesar» de las FDI.

José Ramón Andrés Puerta, más conocido como José Andrés, es un cocinero español nacionalizado estadounidense que realiza este tipo de tareas humanitarias en diferentes partes del mundo.

Hagari prometió que Israel llevará a cabo una revisión exhaustiva «al máximo nivel» para descubrir las circunstancias del «trágico incidente».

«Llegaremos al fondo de esto y compartiremos nuestros hallazgos con transparencia. El trabajo de WCK es vital, ellos están en las líneas del frente de la humanidad», destacó Hagari, citado en un informe de la agencia de noticias Xinhua.

Añadió que las FDI habían estado trabajando estrechamente con la organización benéfica para apoyar «el cumplimiento de su noble misión de ayudar a llevar alimentos y ayuda humanitaria a la gente de Gaza».

Coletazo diplomático

El Ministerio de Asuntos Exteriores británico convocó este mismo martes al embajador israelí por la muerte de cooperantes en Gaza, continuó Reuters, con sede en Londres.

El ministro británico de Desarrollo y África, Andrew Mitchell, comentó: «He expresado la condena inequívoca del Gobierno por el espantoso asesinato de siete cooperantes de la World Central Kitchen, entre ellos tres ciudadanos británicos».

Luego abundó: «He solicitado una investigación rápida y transparente, compartida con la comunidad internacional, y la plena rendición de cuentas».

Por separado, el ministro de Asuntos Exteriores, David Cameron, publicó en X que había hablado con su par israelí, Israel Katz, para subrayar que las muertes eran «completamente inaceptables».

«Israel debe explicar urgentemente cómo ha ocurrido esto y hacer cambios importantes para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios sobre el terreno», apuntó Cameron en la publicación.